• El Gobierno y su partido deben hacer los ajustes necesarios en el gasto y en los impuestos.
• Si perdemos tiempo en echar atrás la “Tóxica” reforma fiscal, los efectos en nuestra economía podrían ser devastadores.
Ciudad de México, 20 de noviembre de 2017.- Los cambios fiscales que se avecinan en Estados Unidos obligan a bajar impuestos en México, pues de lo contrario los efectos negativos podrían ser muy adversos para la economía de nuestro país, aseguró el Presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Marko Cortés Mendoza.
Destacó que en Estados Unidos avanza una reducción del impuesto corporativo para el ejercicio de 2018, del 35 al 20 por ciento y de concretarse, sin duda, modificará las variables de la economía mexicana en nuestro detrimento.
“La administración del Presidente Peña Nieto debe permitir se realicen los cambios fiscales necesarios, porque su partido tiene mayoría en el Congreso. No queremos que por la falta de sensibilidad y oportunidad del PRI-Gobierno todos los mexicanos paguemos los platos rotos, por lo que este, es un llamado de atención oportuno para actuar antes de que sea demasiado tarde”, precisó.
Señaló que, de concretarse la reducción de tasas impositivas junto con la aplicación de un impuesto “de ajuste fronterizo” a los productos importados, se estará cristalizando uno de los ejes principales de la reforma fiscal que prometió el Presidente Donald Trump en su campaña; y por el momento, está en nosotros evitar un efecto adverso para la economía mexicana.
El también coordinador de los diputados del PAN recordó que desde la “Tóxica” reforma fiscal que aprobó el PRI y sus aliados, Acción Nacional ha sido consistente, exigiendo sistemáticamente en que baje el Impuesto Sobre la Renta del 34 al 28 por ciento y se reduzca el IVA del 16 al 12 por ciento en la frontera, entre otros ajustes.
El diputado Cortés Mendoza indicó que para las autoridades hacendarias todo se reduce a redoblar sus esfuerzos de recaudación y fiscalización sobre la misma base de contribuyentes, sin hacer un esfuerzo adicional de ahorro y administración eficiente de los recursos.
“Espero que el PRI-Gobierno reaccione ya, que nos anticipemos y desde el Congreso promovamos una nueva política fiscal que fundamentalmente consiste en bajar la tasa al Impuesto Sobre la Renta, para que México pueda ser competitivo y atractivo para las inversiones, generando a la par los empleos que necesitamos. Si perdemos tiempo, los efectos en nuestra economía podrían ser devastadores”, concluyó.
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