Morelia, 25 de agosto de 2016.- La constante vandalización, así como el secuestro de autobuses a manos de normalistas, ha obligado a los propietarios de todas las líneas que operan en la zona de la Meseta Purépecha, Uruapan, Zamora y Morelia a suspender de forma indefinida el servicio.
En entrevista para el noticiario Vox Pópulli, Arcadio Méndez, presidente de la Cámara Nacional de Autotransporte de Pasajeros (CANAPAT) confirmó la decisión por parte del sector empresarial de emprender la medida a fin de exigirle a la autoridad les proporcione seguridad para transitar en esa zona.
“Es una petición al gobierno federal para que voltee a Michoacán, ya son 66 días de paciencia, esperando negociaciones, pero ellos (los normalistas) están pidiendo cosas que nunca se les van a dar y se están desquitando con los empresarios”.
Para el presidente de la CANAPAT la autoridad federal tiene identificados a los líderes de los normalistas que los han afectado una y otra vez, y no “pasa nada”, muy a pesar de que ya llevan quemados 11 vehículos de reparto comercial y 4 autobuses de pasajeros.
“No podemos estar sentados esperando ver como queman un camión, es demasiado estresante, son camiones que cuestan de 3 a 5 millones de pesos, no podemos esperar a que reaccionen”.
Ante la falta de actuación, los empresarios transportistas emprendieron desde las seis de la mañana la estrategia de suspender las corridas en la Terminal de Autobuses de Morelia con la intención de que le gobierno federal apoye al estatal enviando más policías federales para vigilar los puntos que se tienen bien identificados en donde actúan normalistas con el apoyo de comuneros.
“Nada más tienen dos salidas, una pegada a Pátzcuaro pasando Pichátaro, y la otra cerca de Cherán, ahí cerca no hay ninguna policía, las policías están acá en sus lugares y de aquí a que reaccionan, ya nos quemaron una unidad, creo que sería una estrategia, por lo menos ahorita, que la policía esté en esos lugares”.
Los normalistas para no ser identificados han optado por desplazarse en las unidades de reparto comercial que tienen retenidas, ya estando en la carretera, se bajan con machetes y palos, obligando a los choferes a detenerse; de esta forma ha sido muy difícil detectarlos, explicó el líder empresarial, quien aseguró que hasta que no actúe la autoridad y les de garantía para circular, reanudarán el servicio.
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