Estado de México, 16 de mayo de 2016.- En tres meses, el Estado de México contará con dos unidades móviles que tendrán integrado un sistema de sensores remotos, mediante el cual aquellos vehículos ostensiblemente contaminantes serán detectados con rayos infrarrojos y sus placas capturadas con una cámara, para que puedan ser infraccionados y retirados de circulación.
Raúl Vargas Herrera, secretario de Medio Ambiente del Estado de México, indicó que la dependencia estatal cuenta con cinco vehículos de revisión de contaminantes que han operado desde la puesta en marcha del operativo Plan Tres y sacado de circulación alrededor de mil 600 unidades de trasporte público desde marzo de este año.
Sin embargo, el gobierno estatal invierte 11.6 millones de pesos del Fondo de la Megalópolis, para adaptar el diagnóstico de a bordo 2 (OBD2, por sus siglas en inglés) a dos de estas unidades, con la finalidad de que éstas puedan verificar a los automotores en las calles.
Estas unidades se suman a las seis que también tendrá la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) en la calle, para constatar que los resultados que arrojen los automóviles al verificar, coincidan con las mediciones de los sensores remotos. En caso de no ser así, se actuará con sanción o clausura contra los verificentros en los que haya variaciones en la información.
Los sensores OBD2 han sido probados por los gobiernos de la Ciudad de México y el Estado de México, el Instituto Mexicano del Petróleo y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, y miden cuatro niveles de contaminantes de automóviles en movimiento, entre ellas óxido de nitrógeno, azufre y emisiones de dióxido de carbono, mediante un láser de distorsión infrarrojo.
(Con información de Hoy Estado de México)
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